Por Pedro Castillo
Ser discípulos de Jesús conlleva tomar nuestra cruz y seguirlo, hasta la meta que él señaló. Amar a Dios en primer lugar y al prójimo como a nosotros mismos. El amor todo lo sufre, todo lo soporta, todo lo espera. El amor nos enseña a ser bondadosos, a no tener envidia, ni ser presumidos ni orgullosos. Es no enojarse ni guardar rencor. Es no alegrarse de la injusticia, sino de la verdad.
No paga mal por mal, sino procura hacer el bien en todos, perdona a quien le hace daño. Somos creados a imagen y semejanza de nuestro Creador. Por tanto todos los cristianos debemos ser como él.
Dentro del pueblo de Dios hay personas que no han aprendido a perdonar al hermano ni al prójimo. Si quieres parecerte a él, debes aprender a hacerlo.
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Pedro Castillo es presidente de las Iglesias Bautistas de República Dominicana (2009-2011) y pastor de la Iglesia Bautista Esmirna, en Yabacao Abajo.